Cotorrita Argentina

La Myiopsitta Monachus es considerada el periquito más conocido de toda Sudamérica.
La Cotorrita Argentina, cata o perico monje, forma grandes bandadas y colonias de anidamiento,
siendo considerada un ave muy sociable Y altamente gregaria.
Es el único miembro de la familia de los loros que no construye sus nidos en cavidades de árboles.
Sus nidos son construidos generalmente con ramitas de plantas espinosas y un buen número de parejas comparte el mismo nido.

Esta pequeñita ave estableció sus colonias como consecuencias de fugas o liberaciones, así que, puede ser encontrada desde
Bolivia Central y el sur de Brasil hasta Argentina Central. Además existen grupos estables de catas en Barcelona,
Nueva York, Miami Chicago, Nueva Jersey, Connecticut, Massachusetts, Virginia, Florida, Delaware,
Louisiana y el norte de Holanda, entre otros lugares del mundo.

Temperamento

Estas aves se caracterizan por ser pacíficas y simpáticas, además de robustas y sencillas de cuidar.
Este lorito es considerado cariñoso y un gran hablador, pero es un pájaro bastante ruidoso y destructivo,
por lo que hay que tener mucha precaución tanto con los materiales de construcción de su alojamiento como
con los distintos objetos que decoran la casa si se lo deja libre. Algunos criadores dicen que la cotorrita argentina es una psitácida sencilla de domesticar.

Descripción

La cotorrita argentina es un ave que pertenece al orden de las Psitaciformes, familia de las Psitácidas,
que constituye el único miembro del género Myiopsitta, y que puede llegar a alcanzar una talla adulta de alrededor de, 30 cm,
llegando a pesar hasta los 150 gr. Posee una coloración grisácea o azul grisácea tanto en la frente y el capirote como en la zona temporal.
Las mejillas, garganta y bridas son de un color gris pálido. El plumaje del pecho es de color gris y en el aparecen unas marcas blancas.

Un plumaje verde papagayo cubre la parte posterior de la cabeza, el cuello, el dorso, el obispillo y la cola, presentando un mayor brillo tanto alas como cola.
En las alas, las primarias son azules y negras y las coberteras son gris pálido y azuladas.
La parte interior de la cola es verde pálido con unos toques de azul también pálido en el borde más externo de esta.
La zona abdominal es de un color verde grisáceo. Los muslos son verde brillante y las patas grises, el pico es de color parduzco o marrón y el iris es castaño.
Los ejemplares jóvenes presentan la zona de la frente de color gris con ciertos toques de verde, y tienen ojos grises.

En esta especie no es fácil distinguir a machos y hembras, y esa diferenciación exige una observación minuciosa de varios ejemplares.
La característica morfológica más definitoria de ambos sexos es que la mandíbula superior del macho es más ancha que la de las hembras,
y que la cabeza es notablemente más grande también en el caso de estos.
Podemos encontrarlas en la naturaleza habitando tanto en bosques no excesivamente poblados y abiertos como en llanuras, por lo general,
teniendo ambos hábitats como denominador común la presencia de cursos y masas de agua.
También las podemos encontrar en sabanas y zonas de cultivos y frutales, así como en parques de Sudamérica dentro de su zona de influencia.

Alojamiento

Las cotorritas pueden vivir tanto en una jaula como en una pajarera externa, aunque la reproducción tendrá mayor
éxito si viven en un aviario con abundante matorral. Las dimensiones mínimas para una jaula habitada por cotorritas argentinas será de 46 x 46 x 61 cm,
contando con un espacio entre barrotes de 1,27 a 1,56 cm. Una distancia superior entre los barrotes permitirá que las catas escapen,
y una distancia menor puede provocar un fatal accidente si estas encajan su cabeza entre los barrotes y quedan atrapadas.

El alojamiento deberá tener las mayores dimensiones posibles y el material del que está hecha la jaula no puede contener ni zinc,
ni ningún otro material tóxico para las aves. Además, estas psitácidas posen unos picos muy fuertes y que pueden resultar muy destructivos
por lo que se recomienda una jaula metálica lo suficientemente resistente frente a esta amenaza.
El alojamiento deberá contar con dos perchas situadas a distintas alturas en los extremos de la misma.
La jaula es el lugar de descanso y refugio,
por lo que hay que permitirles a las cotorritas unas salidas esporádicas para evaluar su comportamiento y proporcionémosle horas de libertad.

Son animales considerados muy resistentes y que pueden permanecer en el exterior durante el invierno,
pero necesitan de un refugio para los meses de invierno y para resguardarse durante la noche.
Será necesario calentar el resguardo y providenciar ventilación e iluminación suficientes, todo ello a prueba de fugas.
Por la noche quedará encendida una bombilla de baja intensidad que emitirá una luz tenue que permitirá ver a los pájaros
hacia dónde se dirigen en el caso de que algo les asuste durante la noche.

Un tercio del tejado del aviario estará cubierto para que las aves tengan un lugar dónde resguardarse de la lluvia o del excesivo calor.
Dentro del aviario colocaremos varias perchas situadas a distintas alturas para que las aves puedan ejercitarse volando de una a otra.
También podemos situar en el centro del recinto una rama bien desinfectada, limpia y libre de parásitos.

Debemos ofrecerles ramitas recién cortadas de sauce o árboles frutales, para su entretenimiento y para que ejerciten sus poderosos
picos en objetos distintos a muebles y demás material susceptible en nuestros hogares. Para el suelo utilizaremos cemento o losetas,
o una combinación de ambos ya que son materiales que resultan muy fáciles de limpiar.

Las medidas ideales para una caja nido serán de 15 x 30 x 45 cm. con un orificio de entrada de 8 cm.
Para la construcción de su extraño y laborioso nidal también podemos proporcionarles un entrelazado de ramas en un matorral
con una base de enrejado o tela metálica que servirá como base para la construcción. Tanto en un caso como en el otro debemos
proporcionar a las cotorras argentinas el material de nidificación necesario para su construcción, a base de ramas cortadas y flexibles,
como ya hemos indicado con anterioridad, entre otros árboles de sauce y alheña.
Los comederos y bebederos deberán ser resistentes y pesados con el objeto de evitar que resulten un juguete más dentro del recinto.

Alimentación

Las cotorritas suelen alimentarse de pequeñas semillas (negrillo, calabaza), frutas y verduras frescas, así como forraje fresco,
bayas, insectos, brotes, césped y hierba. Pueden comer batatas, distintos tipos de legumbres, carne seca, maíz y sorgo,
así como distintas clases de cítricos. Los piensos específicos deben complementar su dieta. Se les puede dar frutas y verduras a diario,
como maíz, zanahorias, calabaza, guisantes, frijoles verdes, frijoles de la lima, manzanas, uvas, y peras.
También comerán bróculi, la col, naranjas y plátanos.

Durante la época de cría es conveniente suministrarles una mezcla de semillas para canarios, así como pan con leche.
Muy de vez en cuando podemos proporcionales una golosina a base de sobras de nuestra mesa, pero está terminantemente
prohibido el suministro de chocolate, alcohol y cafeína. Hay que evitar las semillas de girasol que resultan tener un excesivo contenido en grasas,
hecho que perjudica mucho a la cotorrita argentina, ya que es un animal propenso a la degeneración grasa hepática.

Cuidados

Esta cotorrita tiene una esperanza de vida que se sitúa entre los 25 y los 30 años de media, viéndose ostensiblemente prolongada
respecto a los ejemplares salvajes que solo llegar a vivir entre 3-10 años como consecuencia de la captura y a unas condiciones de vida más precarias.
La hembra, en solitario, será la encargada de la limpieza del nido y de su ampliación año a año, así como de la incubación de los huevos.
Las parejas de catas se unen de por vida y la época reproductiva comenzará en Agosto y se prolongará hasta Noviembre.
Depositará entre 4 y 8 huevos en la zona más resguardada del nido, durando la incubación entre 26 y 28 días.
Los pollos abandonarán el nido entre el día 42 y el 44 de vida, aproximadamente a las seis semanas de edad.

La mayor parte de los loros anidan en agujeros de los árboles.
La cotorrita argentina construye un gran nido formado por palos en las copas de los árboles.
La mayoría de las especies crían por parejas, con algunas excepciones, y esta cotorrita nidifica en nidos comunales.