Terrier Irlandés
Quizás el más antiguo de los terrier de su país, el terrier irlandés fue el primer terrier en ser reconocido oficialmente como una raza nativa de Irlanda.
Es un perro elegante de talla media, que a veces se confunde con el más popular fox terrier de pelo de alambre.
Apariencia del terrier irlandés
Estos perros son vivaces, activos y ágiles. Su cuerpo fuerte pero no robusto, y mucho menos pesado, tiene el elegante aspecto de un gran corredor.
Esto es evidente cuando se observa la espalda recta y fuerte, el lomo ligeramente arqueado,
el pecho profundo y musculoso, y las patas largas, fuertes y musculosas.
La cabeza del terrier irlandés es larga, libre de arrugas y estrecha. La nariz es negra y los maxilares son muy poderosos para el tamaño del perro.
Las mejillas no son prominentes y presentan un ligero declive debajo del ojo.
Los ojos son pequeños, oscuros, no prominentes y tienen una expresión inteligente y llena de vida.
Las orejas moderadamente gruesas, pequeñas y en forma de "V", caen hacia adelante junto a las mejillas.
La cola, de inserción muy alta, está cubierta de pelo áspero y duro, sin tener flecos ni forma de pluma.
El perro la lleva levantada alegremente cuando está en movimiento, pero nunca enroscada o sobre el dorso.
De acuerdo con el estándar oficial de la FCI, lamentablemente, la cola debe ser amputada en un tercio de su longitud natural,
excepto en los países en que esto está prohibido por ley (parece que la FCI está un poco atrasada en temas de derechos y bienestar animal).
El pelaje del terrier irlandés es denso y del tipo "alambre".
Tiene apariencia quebradiza, dura pero manteniéndose chato.
Es tan denso que no permite ver la piel del perro incluso cuando se separa el pelo con los dedos.
Es de color uniforme, ya sea rojo brillante, leonado rojizo o amarillo rojizo, pero se aceptan pequeñas manchas blancas en el pecho.
Temperamento y carácter del terrier irlandés
El terrier irlandés es un perro bravo, muy valiente y leal. Su valor y su lealtad son casi míticos y se dice que es capaz de dar la vida por defender a los suyos.
Siendo un perro tan valiente y leal, no es de sorprender que también sea muy activo, lleno de energía y amante de su familia.
Esta raza no es muy sociable, ni con la gente ni con los animales no humanos, por lo que es muy importante socializar a los perros desde que son cachorros.
Suelen ser reservados con las personas que no conocen, e incluso pueden llegar a ser agresivos si malinterpretan las intenciones del extraño.
Sin embargo, con su familia son muy amigables y demandan mucha atención.
Con perros y otros animales, tienden a ser muy agresivos, por lo que no son una buena opción para quien tiene más de una mascota,
y nunca deben dejarse solos con perros desconocidos.
En lo que respecta al adiestramiento canino, estos perros son capaces de aprender con facilidad si cuentan con un entrenador experimentado,
pero los resultados serán de los peores si el entrenador es inexperto.
Las teorías de la dominancia parecen funcionar en el corto plazo pero a la larga sólo estropean la relación con el perro.
Es mucho mejor entrenar en positivo, basándose en las teorías del aprendizaje, con estilos como el adiestramiento con clicker.
A pesar de no ser muy grandes, los terrier irlandeses pueden causar muchos problemas a sus dueños debido a su temperamento.
Su tendencia agresiva puede ser un problema para quienes quieren un perro sociable con el que puedan compartir amigos humanos y no humanos.
Además, su alto requerimiento de ejercicio y, en menor medida, compañía, hacen que tener uno de estos perros sea un desafío.
De cualquier manera, el terrier irlandés puede ser una excelente mascota si cuenta con un propietario experimentado en perros y, mejor aún, en perros terrier.
Además, debido a su temperamento territorial y protector es un excelente perro de guardia y defensa, a pesar de no ser muy grande.
Peso y altura
Los terrier irlandeses tienen una altura promedio de 45,5 centímetros a la cruz, ya sean machos o hembras.
Sin embargo, los machos tienden a ser un poco más robustos que las hembras, alcanzando un peso ideal que ronda los 12 kilogramos.
Por su parte, el peso ideal de las hembras ronda los 11 kilogramos y medio.
Salud y cuidados
El terrier irlandés tiende a ser un perro muy saludable y no presenta problemas de salud específicos de la raza.
Sin embargo, debido a su propensión a la actividad física y su gran coraje, puede presentar lesiones ocasionalmente
(por supuesto, esto depende del cuidado que se le brinde).
Ocasionalmente se presentan cálculos renales en estos perros.
El pelo del terrier irlandés no es difícil de cuidar. El cepillado regular, dos veces por semana,
más dos sesiones anuales de stripping (retirar manualmente el pelo muerto) suelen bastar para el perro mascota.
El perro de exposición requiere un tratamiento un poco más complicado que es mejor consultar en la peluquería canina.
No es bueno bañar al perro con mucha frecuencia porque se eliminan los aceites protectores del pelo,
así que como regla general hay que bañar a este terrier sólo cuando está sucio.
Esta raza además necesita mucho ejercicio y compañía.
El terrier irlandés es un buen compañero de caminatas y trote, así que esas dos actividades pueden ayudar a canalizar sus energías.
De cualquier manera, es importante pasear al perro cada día y jugar con él. Los deportes caninos como el agility pueden ser de utilidad,
pero siempre hay que tener cuidado de evitar peleas con otros perros cuando hay un terrier de Irlanda presente.
Estos perros pueden adaptarse bien a la vida en departamento si cuentan con ejercicio y compañía suficiente.
Sin embargo, es mejor si disponen de un jardín cercado para jugar y correr libremente todos los días (lo que no quita la necesidad de los paseos).
Toleran bien diferentes climas, pero es mejor si duermen en el interior de la casa.
Historia del terrier irlandés
Aunque no existen registros del origen de esta raza, se piensa que el terrier irlandés es uno de los terrier más antiguos
que existen debido a que en algunas pinturas del siglo XVIII aparecen perros similares.
Tampoco se conoce cuáles fueron las razas caninas que dieron origen a este terrier, pero se especula que fueron los antiguos terrier negro
y fuego (black and tan terrier) y algunos perros locales más agalgados.
Incluso se ha sugerido que uno de los ancestros de este terrier sería el galgo irlandés.
Antiguamente estos perros presentaban una variedad de colores incluyendo negro y fuego, y atigrado,
pero a fines del siglo XIX los criadores se concentraron en eliminar esos colores.
Para principios del siglo XX todos los terrier irlandeses ya tenían manto de color rojo y eso les ganó el aprecio de muchos aficionados a las exposiciones caninas,
aún a expensas de la diversidad genética perdida.
En 1879 se fundó en Dublín el primer club de la raza y para fines del siglo XIX el Kennel Club inglés ya había reconocido a este terrier como un perro nativo de Irlanda.
Para 1920, la raza era una de las más populares en Europa y Estados Unidos, y se daba por sentado que su popularidad sólo podía aumentar.
Esa fama aumentó durante la Primera Guerra Mundial, cuando el terrier irlandés demostró su valor y lealtad al ser utilizado como perro mensajero.
Sin embargo, con el paso del tiempo esta raza perdió popularidad y hoy en día es poco común. De hecho, a pesar de su gran versatilidad,
pocas personas tienen un terrier irlandés como perro de caza o de trabajo, y la raza tampoco goza de mucha popularidad como mascota.