Terrier Galés

El terrier galés, o Welsh terrier, es un perro mediano a pequeño, lleno de vida, intrépido y apasionado.
Por su apariencia y su color negro y fuego, a veces se lo confunde con el Lakeland terrier.

Apariencia del terrier galés

Este terrier es un perro de poca estatura y construcción cuadrada.
Es decir que la longitud de su cuerpo es similar a la altura a la cruz.
Es un perro fuerte para su tamaño y tiene una elegancia inobjetable.

La cabeza es moderadamente ancha y el hocico es de mediana longitud.
La nariz es negra. Los pequeños y oscuros ojos del terrier galés muestran una expresión alegre, intrépida y valiente, pero no agresiva.
Las orejas son pequeñas, triangulares y de inserción alta.

La cola es de porte erecto pero nunca curvada sobre el dorso. Antiguamente se amputaba pero en la actualidad se prefiere sin amputar.
El estándar FCI de la raza todavía acepta las colas amputadas,
pero afortunadamente se está perdiendo esa costumbre e incluso está prohibida en muchos países.
El pelo del terrier galés, duro, muy denso y abundante, es del tipo denominado "pelo de alambre".
Generalmente estos perros también presentan una capa interna de subpelo. Los colores aceptados son negro y fuego, o negro-grisáceo y fuego.

Temperamento y carácter del terrier galés

Extrovertido, activo, inteligente y amigable, el terrier galés es uno de los terrier más tranquilos y con menos agresividad.
Aún así, sigue siendo un perro de caza con mucha energía y que desborda coraje.

Este perro es reservado con los extraños, pero puede ser mucho más amigable que otros terrier si es que ha recibido la socialización adecuada.
De cualquier manera, tiende a ser muy amigable con su familia y especialmente con los niños a quienes les tiene mucha paciencia.
Con los perros tiende a ser menos agresivo que otros terrier pero no llega a ser un perro muy sociable, y tiende a pelear con otros de su especie.
De igual manera, su impulso de presa es menor que el de otras razas del grupo, pero aún así tiende a perseguir y matar animales pequeños.
Es importante socializar desde cachorro al terrier galés para que tenga una convivencia más fácil, tanto con personas como con perros y otros animales.

Al ser perros muy inteligentes, los terrier de Gales aprenden con facilidad.
Así, el adiestramiento de estos perros es placentero, pero hay que saber diversificar los ejercicios para que sea divertido.
En caso contrario, los terrier galeses se aburren y buscan otras ocupaciones.
Es recomendable emplear variantes del adiestramiento en positivo, tales como el adiestramiento con clicker,
para aprovechar al máximo el potencial de estos perros.

Entre los problemas comunes de comportamiento en esta raza se encuentran los ladridos excesivos y el cavar en el jardín.
Además, por supuesto, una cierta tendencia a la agresividad hacia otros perros.
Sin embargo, con el adiestramiento adecuado y dándole al perro suficiente actividad física y mental,
se pueden evitar o reducir en gran medida esos problemas.
Por su carácter amistoso para con los suyos y su divertida personalidad,
el terrier galés puede ser una excelente mascota para personas que disfrutan actividades al aire libre y a quienes no les molestan los ladridos.

Peso y altura

De acuerdo con el estándar FCI de la raza,
la altura máxima que alcanzan estos perros a la cruz es de 39 centímetros,
ya sea que se trate de machos o hembras.
Por su parte, el peso para cualquiera de los dos sexos va de 9 a 9,5 kilogramos.

Salud y cuidados

Esta raza es muy resistente y saludable, y no se conocen enfermedades específicas de la misma.
De todos modos, es importante tomar en cuenta que se han reportado algunas enfermedades con cierta frecuencia, tales como:
luxación de lentes, luxación de patela, cataratas, distiquiasis y epilepsia.

Esta es una de las razas de perros consideradas hipoalergénicas, porque pierde muy poco pelo.
Su pelaje es relativamente simple de cuidar y suele ser suficiente con el cepillado dos veces por semana,
la remoción manual de pelo suelto tres veces por año y el baño sólo cuando el perro está sucio (no muy frecuente).

Por otra parte, el terrier galés necesita una buena dosis diaria de ejercicio, pero no tanto ni tan intenso como otros perros terrier.
Los paseos diarios son absolutamente necesarios, pero pueden ser caminatas tranquilas.
Deportes caninos como el agility y el freestyle canino son muy buenos para este perro porque no sólo brindan actividad física sino también mental.
Además, ayudan a mejorar la relación entre el perro y su propietario y le dan al primero un poco de la compañía que tanto necesita.
Estos terrier son excelentes mascotas y pueden vivir en un departamento siempre y cuando se les brinde el ejercicio físico y mental que requieren.
Estarán muy a gusto si cuentan con un jardín donde correr libremente, pero no son perros para vivir afuera.

Historia del terrier galés

Posiblemente el ancestro directo del terrier galés sea el antiguo terrier negro y fuego
de pelo duro que era muy popular en Gran Bretaña durante los siglos XVIII y XIX.
Para fines del siglo XVIII ya existía una variedad de terrier muy bien definida en el norte de Gales,
que era usada para cazar nutrias, zorros y tejones.

Eventualmente, dicha variedad de perros terrier se llegó a conocer con el nombre de Welsh terrier,
o como la conocemos en castellano: terrier galés.
La raza fue reconocida en 1886 por el Kennel Club inglés,
pero todavía se la cruzó con el fox terrier de pelo de alambre para darle una apariencia más estilizada que la que tenía,
llegando a obtenerse un perro parecido al airedale terrier pero de talla pequeña.

Actualmente el terrier de Gales es principalmente un perro de compañía, aunque no es muy popular afuera de su lugar de origen.
También aparece con cierta frecuencia en exposiciones caninas europeas,
pero hasta ahora no ha logrado ser un perro muy popular entre los aficionados a los perros de raza.