Schipperke
El schipperke es un pequeño perro pastor originario de Bélgica.
Su apariencia de zorro no esconde su parentesco con el perro pastor belga, al que lo une un ancestro común.
Apariencia del schipperke
El cuerpo es corto y ancho, pero no excesivamente voluminoso ni pesado.
La longitud desde la punta del hombro hasta la punta de la nalga es igual a la altura a la cruz, dándole a este perro una estructura cuadrada.
Las patas son delgadas cuando se las compara con el cuerpo, ya que tienen huesos finos.
La cabeza de forma lupoide (con apariencia lobuna) tiene forma de cuña y es ancha. No es alargada y el hocico es corto.
La nariz es negra y pequeña. Los ojos son de color pardo oscuro, pequeños y de forma almendrada.
Tienen expresión traviesa, intensa y penetrante. Las orejas son rectas, puntiagudas, pequeñas y triangulares.
La cola del schipperke es de inserción alta y larga, llegando por lo menos hasta el corvejón.
El perro suele llevarla caída o, cuando está en acción, levantada un poco pero no sobrepasando la vertical.
De todos modos, se aceptan las colas enroscadas o llevadas sobre la espalda.
Algunos perros también nacen sin cola o con cola rudimentaria, situaciones aceptadas por el estándar de la raza.
El pelo de estos perros es de longitud media en la mayor parte del cuerpo, pero corto sobre las orejas,
la cabeza, la parte delantera de los miembros anteriores, los corvejones y los cañones posteriores.
Sobre el cuello es más largo y forma un collar distintivo de la raza.
Es de doble capa, siendo la capa externa dura, recta, densa y firme. La capa interna es suave y densa.
Temperamento y carácter del schipperke
En general, estos perros son curiosos, desbordantes de vitalidad y guardianes. Aunque son independientes, también necesitan mucha compañía.
Los schipperke tienden a ser muy amigables con su familia, pero desconfiados con los extraños.
Eso los hace muy buenos perros guardianes, ya que suelen ladrar ante la menor sorpresa.
Pueden llevarse bien con otros perros y otras mascotas, siempre que hayan sido correctamente socializados.
Para evitar problemas, tanto con humanos como con otros animales, es importante socializar a estos perros desde temprana edad.
Estos perros no destacan en el adiestramiento canino, pero eso no quiere decir que sean tontos.
Sencillamente, se distraen con más facilidad que otros perros y por eso los métodos tradicionales de adiestramiento no les funcionan muy bien.
Se consiguen mejores resultados cuando se aprovechan los instintos naturales de los perros y se usan métodos de adiestramiento en positivo, como el adiestramiento con clicker.
Dado que son pequeños y provienen de un linaje de perros pastores, los schipperke no suelen causar muchos problemas.
Sin embargo, tienden a ser ladradores y su ladrido agudo y constante puede ser un problema para mucha gente, especialmente si viven en un edificio.
Cuando estos perros están bien socializados y educados, pueden ser excelentes mascotas para casi todas las familias.
Sin embargo, son muy chicos para tolerar el trato rudo de niños pequeños,
por lo que no son recomendables como mascotas para familias con niños menores de ocho años, aproximadamente.
Peso y altura
El estándar de la raza no indica una altura determinada. Sin embargo, los schipperke son perros pequeños que rondan los 29 centímetros.
Las hembras suelen tener una altura a la cruz de entre 25 y 30 centímetros. La altura a la cruz de los machos suele estar entre 28 y 33 centímetros.
El peso puede ir de 3 a 9 kilogramos, siendo el promedio entre 4 y 7 kilogramos.
Salud y cuidados
Aunque esta raza no suele presentar más enfermedades hereditarias que el promedio, es susceptible a unas cuantas.
Entre las enfermedades a las que es susceptible, se encuentran: enfermedad de Legg-Calve-Perthes (deformación de la articulación cadera-fémur),
displasia de cadera, distiquiasis, cataratas y atrofia progresiva de retina.
Debido a la predisposición de la raza a presentar problemas de cadera, es importante evitar que el schipperke tenga sobrepeso.
Estos perros pierden pelo regularmente, pero más aún en las épocas de muda, que pueden llegar a ser tan frecuentes como tres veces por año.
En las épocas en que no mudan pelo, basta con el cepillado semanal para mantener el pelaje.
En las épocas de muda, sin embargo, el cepillado debe ser más frecuente y puede ser necesario bañar al perro ocasionalmente para ayudar a eliminar el subpelo muerto.
Los schipperke necesitan mucho ejercicio para su tamaño, pero afortunadamente sus necesidades pueden ser cubiertas con facilidad.
Puede ser suficiente con una buena caminata diaria o algún tiempo de juego cada día para que estoe pequeños perros pastores quemen sus energías.
Sin embargo, hay que tener cuidado de no exigir demasiado a los perros, especialmente con ejercicios de saltos, para evitar dañar sus caderas.
Si se educa a estos perros para que no ladren continuamente, pueden vivir perfectamente bien en un departamento.
Si se cuenta con un jardín, el schipperke estará feliz de pasar alguna parte del día en él (con acceso a agua y sombra, por supuesto),
pero no debe pasar todo el día solo afuera. Tampoco debe dormir afuera.
Historia del schipperke
La historia de esta raza se entrelaza con la de los pastores belgas, ya que comparten un ancestro común.
Schipperke significa "pequeño pastor" en flamenco, y el ancestro del que derivan estos perros y todos los pastores belgas, se llamaba "leuvenaar".
En el siglo XVII estos perros eran mascotas predilectas de los zapateros del barrio San Gery en Bruselas,
y se encargaban de mantener reducidas las poblaciones de ratas, ratones y otras alimañas.
En esa época se les amputaba la cola, por una tradición cruel que afortunadamente está perdiéndose.
Posteriormente, la reina María Henrica se aficionó por la raza y eso puso al schipperke entre las razas de perros más cotizadas en Bélgica y una de las más populares en Europa.
Hoy en día no es una raza tan famosa, pero goza de gran popularidad en su país de origen y en otros países europeos.