Pastor Picardía
El pastor de Picardía es un perro de apariencia rústica y elegante al mismo tiempo.
Por su uso histórico como guía y guardián de rebaños, desarrolló un carácter estable y muy sociable,
que lo convierte en una excelente mascota.
Apariencia del perro pastor de Picardía
El cuerpo de este perro es ligeramente más largo que alto, siendo las hembras más alargadas que los machos.
Aunque es musculoso, este perro es delgado y ágil, sin parecer pesado. Las patas también son delgadas pero fuertes.
La cabeza del pastor de Picardía es bien proporcionada con el cuerpo y, aunque delgada, no debe ser puntiaguda.
Su típico aspecto rústico se acentúa por las cejas, la barba y el bigote.
Los ojos están dispuestos horizontalmente y son ovalados, medianos y de color oscuro.
Las orejas erectas y de inserción alta tienen la punta redondeada y son anchas en la base y de tamaño moderado.
La cola del perro pastor de Picardía es larga, alcanzando el corvejón cuando está en reposo.
Además, en reposo, su extremo forma una curvatura en forma de gancho.
Durante la actividad, el perro la levanta, pero nunca sobre el dorso.
El pelaje del pastor de Picardía es muy característico de la raza.
De acuerdo con el estándar racial aceptado por la FCI, el pelo de este perro debe ser áspero y "crujiente al tacto".
Además, es moderadamente largo, alcanzando entre cinco y seis centímetros en cualquier parte del cuerpo, y presenta un subpelo tupido y fino.
Puede ser de color leonado, leonado con una capa exterior oscura, leonado atigrado o gris.
Temperamento y carácter del perro pastor de Picardía
Estos perros tienen un temperamento más variable que el de otras razas, pero en general tienden a ser de carácter estable y afectuoso.
Son intrépidos y valientes, pero dóciles y obedientes al mismo tiempo. Por su temperamento y características físicas, necesitan mucho ejercicio y compañía.
En general, los pastores de Picardía suelen ser más sociables que muchos otros perros pastores.
Por supuesto, es importante socializar a estos perros desde temprana edad, pero tienden a ser amigables con las personas.
También pueden llevarse bien con otros perros y otras mascotas, siempre que hayan sido correctamente socializados con las especies con las que deben convivir.
En lo referente al adiestramiento de perros, tienden a responder muy bien a estilos positivos, pero mal a estilos tradicionales de adiestramiento.
Son perros muy sensibles que responden mal a los castigos y tratos duros,
por lo que es recomendable emplear el adiestramiento con clicker u otros estilos que no se basan en castigos.
Estos perros demandan mucha compañía, así que pueden desarrollar problemas de comportamiento canino cuando quedan solos por mucho tiempo.
No son perros de canil, sino animales que prefieren pasar la mayor parte del tiempo dentro de la casa junto a su familia.
Cuando son ignorados, pueden volverse destructores. En algunos casos, también pueden ser ladradores, incluso si reciben suficiente compañía.
Sin embargo, cuando a estos perros se les brinda suficiente ejercicio y compañía,
pueden ser excelentes mascotas, ya que son animales sociables y con baja tendencia a la agresividad.
Además, suelen ser muy afectuosos y cuidadosos con los niños.
Por supuesto, no es recomendable que sean mascotas de niños pequeños que todavía son torpes con los animales,
pero sí pueden ser excelentes compañeros de niños más grandes capaces de respetar a sus mascotas.
Peso y altura
De acuerdo con el estándar racial aceptado por la FCI,
el pastor de Picardía macho alcanza una altura a la cruz que va de 60 a 65 centímetros.
La altura a la cruz de las hembras va de 55 a 60 centímetros.
El peso ideal no está indicado en el estándar de la raza, pero suele estar entre 23 y 32 kilogramos.
Salud y cuidados
El pastor de Picardía no es particularmente propenso a enfermedades hereditarias, pero ocasionalmente se han visto algunas con más frecuencia.
Al de peso ligero, la displasia de cadera no es una enfermedad tan frecuente en ésta como en otras razas de perros pastores, pero ocurre ocasionalmente.
De igual forma, cuando hay problemas oculares se tiene que considerar la posibilidad de atrofia progresiva de retina y otras afecciones de retina.
El pelaje de estos perros es relativamente fácil de cuidar y no demanda mucho esfuerzo.
Suele ser suficiente con el peinado y cepillado dos o tres veces por mes, ya que este pelo no tiende a enredarse con facilidad.
Tampoco es necesario bañar al perro con mucha frecuencia, sino solamente cuando se ensucia. Dos ventajas de estos perros son que:
no son muy olorosos y pierden poco pelo.
Los pastores de Picardía demandan mucho ejercicio y compañía.
Aunque pueden adaptarse a vivir en departamento, necesitan por lo menos tres paseos diarios y algunos juegos.
También es buena idea que practiquen algún deporte canino como el agility o el freestyle.
Por supuesto, es mejor si viven en una casa con jardín, pero no deben vivir aislados afuera,
sino adentro de la casa con su familia, y usar el jardín sólo para ejercitarse.
Historia del perro pastor de Picardía
Esta raza es muy antigua y no se conocen sus orígenes.
Aunque recibe su nombre de la región de Picardía, al noreste de Francia,
la raza pudo haber estado distribuida a lo largo y ancho de todo el noreste de Europa, y no restringida a Francia.
Sea como sea, hoy en día la raza es reconocida como una de las razas de perros pastores de Francia.
En 1863 se presentaron los primeros ejemplares de estos perros en una exposición canina,
pero fueron expuestos junto con los Briard y los beauceron.
En 1922 se redactó el primer estándar racial y en 1925 se dio reconocimiento oficial a la raza.
Aunque es un perro de excelente carácter, el pastor de Picardía no logró ser muy popular.
Incluso hoy en día es un perro raro en todo el mundo, y su población es pequeña incluso en su país de origen.