Lebrel Arabe (Sloughi)

El galgo árabe, también conocido como sloughi, es un perro cazador de origen africano.
Se reconoce oficialmente a Marruecos como el país de origen de esta raza, pero su origen real es desconocido.

Este galgo es muy extraño en la actualidad y es completamente desconocido en muchos países.

Apariencia del galgo árabe

El galgo árabe es un perro delgado y de patas largas, con un cuerpo ligeramente más alto que largo.
Su musculatura delgada y la fineza de sus tejidos le confieren una apariencia distinguida,
pero en algunos casos también pueden dar la impresión equivocada de un animal mal alimentado.

Vista de perfil, la cabeza del galgo árabe es alargada, elegante y fina.
Vista desde arriba, tiene forma de cuña alargada.
El hocico es largo y recto. La nariz de estos perros es negra.
Los ojos grandes y oscuros tienen una expresión nostálgica, dulce y un poco triste.
Se aceptan los ojos ámbar en perros de color claro. Las orejas, insertas un poco más arriba de la línea de los ojos,
son triangulares y con el extremo ligeramente redondeado. Son de tamaño mediano y caen pegadas a los lados de la cabeza.

El cuerpo delgado del galgo árabe presenta una línea superior caracterizada por una ligera curvatura del lomo
y porque las caderas están a la misma altura o un poco por encima de la cruz. La grupa es huesuda y ancha.
El pecho profundo desciende hasta el nivel del codo y no es muy ancho. El vientre es bien retraído.
La cola del sloughi es delgada y larga. El perro la lleva por debajo de la línea de la espalda.

El pelaje de estos galgos es muy corto, fino y denso,
y puede presentarse en todos los matices de arena desde el arena claro hasta el arena rojo.
Los perros de esta raza pueden presentar máscara negra o no. También pueden tener manto negro, atigrado o sombreado.

Temperamento y carácter del galgo árabe

Los galgos árabes son perros muy leales para con los suyos, con quienes forman vínculos muy fuertes.
También son perros recelosos y desconfiados con los extraños.
Por estas razones, estos perros no cambian de dueños con facilidad.

Son perros que pueden resultar difíciles de adiestrar.
Sin embargo, los mejores resultados se consiguen con el adiestramiento en positivo.
De cualquier manera, el adiestramiento en obediencia canina no es el fuerte de esta raza,
siendo la caza la actividad en la que demuestra sus mejores cualidades.

Los galgos árabes también son buenos perros de guarda, debido a su desconfianza hacia los extraños.
Y si bien no son perros de protección, pueden ser férreos defensores cuando las circunstancias lo ameritan,
ya que son perros muy valientes.

Pueden acostumbrarse a los niños siempre que éstos los traten con respeto y cuidado.
Sin embargo, no son los perros ideales para acompañar a los niños, y mucho menos a niños pequeños.

Estos galgos tienen instintos cazadores muy fuertes y no es recomendable tener esta raza si además se tienen mascotas pequeñas,
incluidos perros de razas pequeñas, porque es probable que los galgos árabes los vean como presas.
La socialización desde cachorros es muy importante en esta raza para evitar que los perros adultos sean agresivos o miedosos.

Esta raza no evolucionó para soportar bien la soledad. Por tanto, no son perros que puedan
quedarse solos por mucho tiempo sin causar problemas. Se aburren fácilmente y les da ansiedad cuando están solos.

Peso y altura

Los machos alcanzan alturas a la cruz que oscilan entre los 66 y los 72 centímetros, siendo 70 centímetros la altura ideal.
La altura a la cruz de las hembras oscila entre los 61 y los 68 centímetros, siendo 60 centímetros la altura ideal.

El estándar de la raza no especifica el peso de estos perros, pero suele estar entre los 16 y los 30 kilogramos.

Salud, cuidados y esperanza de vida

El galgo árabe, como pocas razas de perros, ha estado sometido a una selección muy intensa desde sus inicios.
Por eso, se ha desarrollado como una raza muy saludable.
Estos perros suelen vivir de 10 a 15 años y no son propensos a enfermedades genéticas.
Sin embargo, ocasionalmente se pueden encontrar casos de atrofia progresiva de retina,
deficiencias del sistema inmunitario y hemofilia.

Estos perros viven mejor en climas templados o cálidos, como resultado de su herencia africana.
Además, aunque son perros de caza, también son perros comodones que disfrutan viviendo adentro de la casa.
Es bueno que vivan dentro de la casa por su necesidad de compañía, pero su tamaño y
dinamismo les dificulta acostumbrarse a vivir en un departamento.
Es preferible tener estos perros sólo si se cuenta con un jardín mediano o grande.

Los galgos árabes necesitan hacer mucho ejercicio.
Además de los paseos diarios, necesitan correr libremente por lo menos dos veces por semana.
Para esto es necesario contar con un área cercada, ya que el fuerte instinto de caza del sloughi hará que persiga cualquier
cosa que le llame la atención, pudiendo poner en peligro su vida si corre hacia la calle.

Siendo una raza del desierto, el galgo árabe necesita protección en climas fríos. Su pelaje, sin embargo, es fácil de cuidar.
Aunque estos perros pierden pelo constantemente, es suficiente con cepillarlo regularmente con un cepillo de guante
(guantes con la palma con protuberancias de goma, como cepillo). No es recomendable bañar a estos perros más que cuando
sea estrictamente necesario, ya que su piel es sensible y puede lastimarse.

Historia del galgo árabe

El galgo árabe es un perro muy antiguo, cuyo origen se pierde en el tiempo. No se conoce el origen de la raza,
pero sí se sabe que ésta se desarrolló en África del Norte. El estándar FCI actual fue elaborado por Marruecos,
país que es reconocido oficialmente como la cuna de esta raza.

Los galgos árabes fueron empleados como perros de caza, guardianes y de compañía de tribus norafricanas.
Eran perros tan apreciados por las tribus locales que estaban por encima de otras razas de perros y
eran los únicos perros considerados como parte de la familia.
Actualmente, los galgos árabes son perros muy poco comunes, incluso en África.