Pekinés

Estos pequeños perros de nariz achatada y apariencia leonina fueron,
en algún tiempo, animales sagrados y parte de la realeza asiática.
Y su carácter reservado, independiente y algo arrogante, hace pensar que se sienten así.

Apariencia del pekinés

El cuerpo del pekinés es pequeño, moderadamente robusto y relativamente corto.
La cintura es bien marcada y la línea superior es nivelada. El pecho es ancho y presenta costillas muy arqueadas.
La cabeza de este perro es muy llamativa por su tamaño y aspecto leonino. Es grande y ancha.
El cráneo es aplanado entre las orejas y el stop está bien definido.
El hocico es corto. Los ojos son oscuros, redondos y brillantes. Las orejas tienen forma de corazón y cuelgan a los lados de la cabeza.

La cola, de inserción alta y porte tieso, se curva sobre la espalda y hacia alguno de los lados. Está cubierta de abundantes flecos largos.
El pekinés tiene un pelaje de doble manto. El manto externo es abundante, recto, largo y áspero.
La lanilla interna es densa y suave.
De acuerdo con el estándar de la Federación Cinológica Internacional (FCI),
se acepta cualquier color para el cuerpo y para la máscara, incluyendo manchas de diferente color, excepto el color hígado y los perros albinos.

Temperamento y carácter del pekinés

El temperamento de estos perros es muy característico de la raza.
Los pekineses son perros leales y muy valientes a pesar de su pequeño tamaño.
Sin embargo, también son independientes y reservados.
Estos pequeños perros chinos no socializan con tanta facilidad como perros de otras razas.
Suelen ser muy leales con los suyos, pero desconfiados con los extraños y agresivos con perros y otros animales.
Es muy importante socializarlos desde cachorros, para reducir su agresividad hacia otros perros y otras mascotas,
y permitirles ser un tanto más amigables con la gente.
Aún así, nunca serán tan sociables como otros perros de compañía o como los perros retriever.

Los pekineses tampoco destacan en el adiestramiento canino.
Tradicionalmente se los considera perros tercos y difíciles de entrenar.
Muchos entrenadores incluso los consideran perros tontos.
Sin embargo, eso tiene que ver más con las técnicas de adiestramiento empleadas que con la inteligencia de los pekineses.
Estos perros pueden ser entrenados con facilidad para tener buenos modales
y responder a muchas órdenes de obediencia canina cuando se los entrena en positivo.
El adiestramiento tradicional no da buenos resultados y puede generar mucho conflicto entre el perro y su propietario.
Al ser perros muy independientes y reservados,
los pekineses tienen tendencia a desarrollar algunas conductas que pueden ser problemáticas.
Su agresividad hacia otros animales y desconfianza hacia personas extrañas puede hacerlos pendencieros
y mordedores cuando no están bien socializados.
También pueden ser gruñones e incluso agresivos con niños pequeños,
ya que no toleran bien el trato rudo que suelen recibir de ellos.

Estos perros son excelentes mascotas para personas mayores y familias sedentarias con hijos grandes.
También pueden ser buenas mascotas para propietarios primerizos que tienen quién los asesore
en temas de educación y socialización del perro.
No son buenas mascotas para familias con niños pequeños ni para casas con varios perros (excepto cuando el pekinés es el único de su sexo).

Peso y altura

El estándar FCI de la raza no indica un tamaño específico,
pero sí hace notar que el peso ideal no debe superar los 5 kilogramos
en pekineses machos ni 5,4 kilogramos en las hembras.
Además, los perros deben ser suficientemente pequeños como para parecer pesados para su estatura.

Salud y cuidados

Aunque el pekinés no es especialmente propenso a enfermedades caninas hereditarias,
las enfermedades más comunes en la raza son:

Paladar elongado
Narinas estenóticas
Luxación patelar
Distiquiasis
Triquiasis
Dermatitis
Heridas en los ojos
Problemas respiratorios
Lesiones de espalda

El cuidado del pelaje demanda tiempo, ya que el pekinés debe ser cepillado una vez al día.
También hay que limpiar las arrugas de su hocico con un paño húmedo y secarlas para evitar infecciones en la piel.
Es aconsejable bañarlo una vez por mes.
Como contrapartida, este perro no necesita mucho ejercicio.
Suele ser suficiente con uno o dos paseos diarios, que pueden ser cortos o moderados, y algún tiempo de juego no muy intenso.
En general, el pekinés es un perro tranquilo que prefiere pasar el tiempo sin mucha actividad.
Sin embargo, es importante sacarlo a pasear para socializarlo, además de darle alguna actividad física.

La necesidad de compañía es otra cosa. Aunque esta raza es muy independiente,
el pekinés no es un perro para vivir aislado. Puede pasar a solas más tiempo que otros perros de compañía,
pero también necesita estar junto a su familia la mayor parte del tiempo.
La ventaja, para quienes no quieren un perro "velcro", es que al pekinés le basta con estar en el mismo
cuarto que sus propietarios, y no necesita estar todo el tiempo siendo acariciado o en brazos.
Este perro se adapta muy bien a la vida en departamentos pequeños.

Historia del pekinés

El pekinés era un perro reverenciado por los monjes budistas en China, ya que tiene cierta similitud con
el mítico león guardián chino, símbolo importante en el budismo.
Por la misma razón, los perros de esta raza eran cuidados por la realeza china,
al grado que tenían sirvientes humanos y solamente los nobles podían tener un pekinés.

En 1860, durante la segunda guerra del opio, tropas anglo-francesas saquearon e incendiaron
el Palacio de Verano de Pekín poco después de la huída del emperador chino Xianfeng.
Afortunadamente, antes de incendiarlo, rescataron (o mejor dicho, capturaron) a cinco perros pekineses que habitaban en ese palacio.
Esos cinco perros fueron llevados después a Inglaterra, donde fueron regalados a nobles y aristócratas.
Uno de ellos incluso fue a dar a las manos de la Reina Victoria.

Esos cinco perros fueron la población fundadora del actual pekinés,
ya que los demás pekineses de China fueron muertos o simplemente escondidos y no se sabe nada de sus posibles descendientes.
Actualmente el pekinés es un perro de compañía y exposición, aunque sigue siendo reverenciado por miles de personas en el mundo,
sólo que ya no se trata de monjes ni emperadores chinos, sino de grandes aficionados a la raza.